Evidentemente, tratar el problema del concepto y fundamento de los derechos humanos y no tener en cuenta los graves problemas actuales que afectan a los seres humanos, como limpieza étnica, refugiados, desplazados, inmigración, discriminación de la mujer, pobreza, marginación, no sólo es una contradicción sino que puede conducirnos a una reflexión intelectual inútil, banal y estéril, por lo que requerimos de una reflexión crítica y rigurosa sobre los derechos humanos, acompañada de una defensa radical y firme de los mismos.. En consecuencia, ambas estrategias teóricas y prácticas son legítimas, urgentes, necesarias y no son en absoluto incompatibles entre sí, sino que se encuentran estrechamente conectadas.