La desigualdad de género como consecuencia la asimetría de poder en las relaciones íntimas, familiares y sociales, coloca a las mujeres en un contexto de mayor vulnerabilidad social frente a la violencia y al VIH/SIDA. La dimensión de género interactúa con variables que a su vez pueden exacerbar la discriminación y exclusión social hacia las mujeres, como la edad, nivel económico, etnia, raza, orientación sexual, educación, entre otras.